Descubre versículos cortos y fáciles para memorizar y fortalecer tu fe. Nuestra colección de versículos bíblicos seleccionados te brinda inspiración y consuelo en tan solo unas palabras.
Desde mensajes de amor y esperanza hasta sabias enseñanzas, estos versículos son perfectos para recordar y compartir. Aprende a nutrir tu espíritu de manera sencilla y eficiente, sin importar cuánto tiempo tengas. Memorizar versículos clave te permitirá llevar contigo las verdades eternas en cualquier momento y lugar. Únete a nosotros en este viaje de crecimiento espiritual y experimenta el poder transformador de la Palabra de Dios.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.
El Señor es mi pastor; nada me falta.
Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve.
Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.
Vengan a mí todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo los haré descansar.
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo a su propósito.
Jesús le dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios.
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.
Sólo yo sé los planes que tengo para ustedes. Son planes para su bien, y no para su mal, para que tengan un futuro lleno de esperanza. —Palabra del Señor.
Clama a mí, y yo te responderé; te daré a conocer cosas grandes y maravillosas que tú no conoces.
Así que mi Dios suplirá todo lo que les falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Yo soy la vid y ustedes los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí ustedes nada pueden hacer.
Disfruta de la presencia del Señor, y él te dará lo que de corazón le pidas.
Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos.
La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo.
Encomienda al Señor tus acciones, y tus pensamientos serán afirmados.
Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
«¡Alto! ¡Reconozcan que yo soy Dios! ¡Las naciones me exaltan! ¡La tierra me enaltece!»
¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!
Éste es el día que el Señor ha hecho; y en él nos alegraremos y regocijaremos.
¡Ay, gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Todo aquel que quiera ser amigo del mundo, se declara enemigo de Dios.
El principio de la sabiduría es el temor al Señor. Quienes practican esto adquieren entendimiento y alaban al Señor toda su vida.
Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra.
Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su nombre, les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios.
El Señor corrige al que ama como lo hace el padre con su hijo amado.
Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en todos los problemas.
Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas.
En mi corazón he atesorado tus palabras, para no pecar contra ti.
Yo me acuesto, y duermo y despierto, porque tú, Señor, me sostienes.
No seas sabio en tu propia opinión; teme al Señor y apártate del mal.
¡Qué bueno es, y qué agradable, que los hermanos convivan en armonía!
Jesús respondió: «Más bien, dichosos los que escuchan la palabra de Dios, y la obedecen.»
En ningún otro hay salvación, porque no se ha dado a la humanidad ningún otro nombre bajo el cielo mediante el cual podamos alcanzar la salvación.
Todo me está permitido, pero no todo me conviene. Todo me está permitido, pero no permitiré que nada me domine.
En el principio ya existía la Palabra. La Palabra estaba con Dios, y Dios mismo era la Palabra.
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo a su propósito.
Si alguno de ustedes requiere de sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios se la da a todos en abundancia y sin hacer ningún reproche.
Cuida tu corazón más que otra cosa, porque él es la fuente de la vida.
Pero bendito el hombre que confía en mí, que soy el Señor, y que en mí pone su confianza.
Pero si no les parece bien servirle, escojan hoy a quién quieren servir, si a los dioses que sus padres adoraron cuando aún estaban al otro lado del río, o a los dioses que sirven los amorreos en esta tierra donde ahora ustedes viven. Por mi parte, mi casa y yo serviremos al Señor.
También dijeron: «Vayan y coman bien, y tomen un buen vino, pero compartan todo con los que nada tienen. Éste día está consagrado a nuestro Señor, así que no estén tristes. El gozo del Señor es nuestra fuerza.»
Jesús le dijo: «Tomás, has creído porque me has visto. Bienaventurados los que no vieron y creyeron.»
El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién podría yo temer? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿quién podría infundirme miedo?
Pero tú, Señor, estás conmigo, como un poderoso guerrero. Eso hará que mis perseguidores tropiecen y no logren vencerme. Quedarán grandemente avergonzados, y no lograrán triunfar. Tan grande será su confusión, que jamás será olvidada.
Porque vivimos por la fe, no por la vista.
La mujer sabia edifica su casa, pero la necia la derriba con sus propias manos.
¡El Señor es bueno! ¡Su misericordia es eterna! ¡Su verdad permanece para siempre!