Descubre la profunda enseñanza de los Salmos sobre la gracia divina en nuestra vida. Explora cómo estos versículos sagrados revelan el amor inquebrantable de Dios y su misericordia infinita. Encuentra inspiración en los Salmos para experimentar la gracia transformadora en tu camino espiritual.
Sé que tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida, y que en tu casa, oh Señor, viviré por largos días.
Su enojo dura sólo un momento, pero su bondad dura toda la vida. Tal vez lloremos durante la noche, pero en la mañana saltaremos de alegría.
El Señor ama la justicia y el derecho; la tierra está llena de su misericordia.
Tú, Dios y Señor, eres sol y escudo; tú, Señor, otorgas bondad y gloria a los que siguen el camino recto, y no les niegas ningún bien.
Pero tú, Señor, eres un Dios compasivo y clemente, lento para la ira, pero grande en misericordia y verdad.
El Señor es misericordioso y clemente; es lento para la ira, y grande en misericordia.
No nos ha tratado como merece nuestra maldad, Ni nos ha castigado como merecen nuestros pecados.
Pero el Señor es eternamente misericordioso; él les hace justicia a quienes le honran, y también a sus hijos y descendientes,
El Señor es bondadoso y compasivo, y todo lo que hace merece recordarse.
Para los justos, la luz brilla en las tinieblas. Dios es bueno, justo y compasivo.
El Señor es justo y compasivo; nuestro Dios es todo bondad.
¡Grande es su misericordia por nosotros! ¡La fidelidad del Señor permanece para siempre! ¡Aleluya!
Apártame de andar tras la mentira, y en tu misericordia enséñame tu ley.
De todo corazón busco tu presencia; ten compasión de mí, conforme a tu promesa.
Mírame, y ten misericordia de mí, como la tienes con quienes te aman.
Señor, si te fijaras en nuestros pecados, ¿quién podría sostenerse en tu presencia?
Israel, confía en el Señor, porque el Señor es misericordioso; ¡en él hay abundante redención!
¡Alabemos al Dios de los cielos! ¡Su misericordia permanece para siempre!
El Señor es compasivo y lleno de ternura; lento para la ira y grande en misericordia.
El Señor es bueno con todos, y se compadece de toda su creación.
¡Dichosos los que confían en el Dios de Jacob, los que cuentan con la ayuda de Dios, el Señor!
Y les devuelve la vista a los ciegos; El Señor levanta a los caídos; y ama a los que practican la justicia.
El Señor se complace en los que le honran, y en los que confían en su misericordia.
El Señor refuerza los cerrojos de tus puertas, y bendice a los que habitan dentro de tus muros.
El Señor se complace en su pueblo, y bendice a los humildes con su salvación.