Salmos de Consuelo en Dios en Momentos Difíciles
Encuentra consuelo en Dios a través de nuestros Salmos. Estos versículos atemporales ofrecen paz y fortaleza en momentos de tribulación. Explora las palabras que alivian el alma y descubre un refugio en la presencia divina. Encamina tu corazón hacia la tranquilidad y la esperanza con nuestra colección de Salmos reconfortantes.
Salmos 23:4
Aunque deba yo pasar por el valle más sombrío, no temo sufrir daño alguno, porque tú estás conmigo; con tu vara de pastor me infundes nuevo aliento.
Salmos 30:5
Su enojo dura sólo un momento, pero su bondad dura toda la vida. Tal vez lloremos durante la noche, pero en la mañana saltaremos de alegría.
Salmos 34:17
Los justos gimen, y el Señor los escucha y los libra de todas sus angustias.
Salmos 34:18
Cercano está el Señor para salvar a los que tienen roto el corazón y el espíritu.
Salmos 42:11
¿Por qué te desanimas, alma mía? ¿Por qué te inquietas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún debo alabarlo. ¡Él es mi Dios! ¡Él es mi salvador!
Salmos 46:1
Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en todos los problemas.
Salmos 55:22
Tú, deja tus pesares en las manos del Señor, y el Señor te mantendrá firme; el Señor no deja a sus fieles caídos para siempre.
Salmos 56:8
Tú llevas la cuenta de mis huidas; tú has puesto mis lágrimas en tu redoma; más bien, las has anotado en tu libro.
Salmos 71:21
Aumentarás mi grandeza, y volverás a consolarme.
Salmos 86:17
¡Dame una prueba de tu bondad! ¡Que sean avergonzados los que me odian al ver que tú, Señor, me ayudas y me consuelas!
Salmos 94:19
Cuando me vi abrumado por la angustia, tú me brindaste consuelo y alegría.
Salmos 107:19-20
Pero en su angustia clamaron al Señor, Y él los libró de su aflicción. Con el poder de su palabra los sanó, y los libró de caer en el sepulcro.
Salmos 119:50
En mi aflicción, ellas son mi consuelo; pues tu palabra me infunde nueva vida.
Salmos 119:52
Mi consuelo, Señor, es recordar que tu justicia es siempre la misma.
Salmos 119:76
Muéstrame tu misericordia, y ven a consolarme, pues ésa fue tu promesa a este siervo tuyo.
Salmos 119:82
Los ojos se me apagan esperando tu promesa, y me pregunto: «¿Cuándo vendrás a consolarme?»
Salmos 119:103
¡Cuán dulces son tus palabras en mi boca! ¡Son más dulces que la miel en mis labios!
Salmos 119:165
Los que aman tu ley viven en completa paz, porque saben que no tropezarán.
Salmos 121:1-2
Elevo mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Señor, creador del cielo y de la tierra.
Salmos 126:5
¡Haz que los que siembran con lágrimas cosechen entre gritos de alegría!
Salmos 130:5
Señor, toda mi vida he esperado en ti, y he confiado en tus promesas.
Salmos 138:7
Cuando me encuentre angustiado, tú me infundirás nueva vida; Me defenderás de la ira de mis enemigos, y con tu diestra me levantarás victorioso.
Salmos 147:3
El Señor reanima a los descorazonados, y sana sus heridas.
Salmos 149:4
El Señor se complace en su pueblo, y bendice a los humildes con su salvación.
Salmos 147:13
El Señor refuerza los cerrojos de tus puertas, y bendice a los que habitan dentro de tus muros.
Salmos 143:8
Muéstrame tu misericordia por la mañana, porque en ti he puesto mi confianza. Muéstrame el camino que debo seguir, porque en tus manos he puesto mi vida.
Salmos 145:14
Tú, Señor, levantas a los que tropiezan, y reanimas a los que están fatigados.
Salmos 145:18
Tú, Señor, estás cerca de quienes te invocan, de quienes te invocan con sinceridad.
Salmos 147:6
El Señor exalta a los humildes, y humilla hasta el polvo a los malvados.
Salmos 34:6
Este pobre clamó, y el Señor lo oyó y lo libró de todas sus angustias.