Salmos de Animo para dar Fortaleza en Tiempos Difíciles
Encuentra fortaleza con este inspirador artículo sobre los Salmos de ánimo en tiempos difíciles. Explora cómo la palabra de Dios han sido faros de esperanza en la oscuridad, transmitiendo coraje y resistencia. Descubre cómo los versículos evocan el poder de la fe y la superación personal. Desde la elevación del espíritu en la adversidad hasta la confianza en la guía divina.
Salmos 16:9
Gran regocijo hay en mi corazón y en mi alma; todo mi ser siente una gran confianza.
Salmos 23:4
Aunque deba yo pasar por el valle más sombrío, no temo sufrir daño alguno, porque tú estás conmigo; con tu vara de pastor me infundes nuevo aliento.
Salmos 27:14
¡Espera en el Señor! ¡Infunde a tu corazón ánimo y aliento! ¡Sí, espera en el Señor!.
Salmos 30:5
Su enojo dura sólo un momento, pero su bondad dura toda la vida. Tal vez lloremos durante la noche, pero en la mañana saltaremos de alegría.
Salmos 31:24
Ustedes, los que esperan en el Señor, ¡esfuércense, y cobren ánimo!.
Salmos 34:17
Los justos gimen, y el Señor los escucha y los libra de todas sus angustias.
Salmos 42:11
¿Por qué te desanimas, alma mía? ¿Por qué te inquietas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún debo alabarlo. ¡Él es mi Dios! ¡Él es mi salvador!.
Salmos 46:1
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en todos los problemas.
Salmos 55:22
Tú, deja tus pesares en las manos del Señor, y el Señor te mantendrá firme; el Señor no deja a sus fieles caídos para siempre.
Salmos 56:3
Pero yo, cuando tengo miedo, confío en ti.
Salmos 59:16
Por mi parte, yo alabaré con salmos tu poder; por la mañana proclamaré tu misericordia, porque tú eres para mí una fortaleza, ¡eres mi refugio en momentos de angustia!.
Salmos 62:5
Sólo en Dios halla tranquilidad mi alma; sólo en él he puesto mi esperanza.
Salmos 91:15
Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en medio de la angustia. Yo lo pondré a salvo y lo glorificaré.
Salmos 94:19
Cuando me vi abrumado por la angustia, tú me brindaste consuelo y alegría.
Salmos 112:7
Vivirá sin temor a las malas noticias, y su corazón estará firme y confiando en el Señor.
Salmos 118:14
El Señor es mi fuerza, y a él dedico mi canto porque en él he hallado salvación.
Salmos 119:25
Me siento totalmente desanimado; ¡infúndeme vida, conforme a tu palabra!.
Salmos 120:1
En mi angustia, clamé al Señor, y el Señor me respondió.
Salmos 138:3
Cuando te llamé, me respondiste, y mi alma desfallecida se llenó de vigor.
Salmos 139:23-24
Señor, examina y reconoce mi corazón: pon a prueba cada uno de mis pensamientos. Así verás si voy por mal camino, y me guiarás por el camino eterno.
Salmos 139:23-24
Señor, examina y reconoce mi corazón: pon a prueba cada uno de mis pensamientos. Así verás si voy por mal camino, y me guiarás por el camino eterno.
Salmos 143:8
Muéstrame tu misericordia por la mañana, porque en ti he puesto mi confianza. Muéstrame el camino que debo seguir, porque en tus manos he puesto mi vida.
Salmos 147:3
El Señor reanima a los descorazonados, y sana sus heridas.
Salmos 16:11
Tú me enseñas el camino de la vida; con tu presencia me llenas de alegría; ¡estando a tu lado seré siempre dichoso!.
Salmos 121:1-2
Elevo mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Señor, creador del cielo y de la tierra.
Salmos 146:5
¡Dichosos los que confían en el Dios de Jacob, los que cuentan con la ayuda de Dios, el Señor!.
Salmos 30:11
Tú cambias mis lágrimas en danza; me quitas la tristeza y me rodeas de alegría.
Salmos 126:5
¡Haz que los que siembran con lágrimas cosechen entre gritos de alegría!.
Salmos 34:4
Busqué al Señor, y él me escuchó, y me libró de todos mis temores.
Salmos 37:39
La salvación de los justos proviene del Señor; él les da fuerzas en momentos de angustia.