Génesis 28:15
Date cuenta de que yo estoy contigo. Yo te protegeré por dondequiera que vayas, y volveré a traerte a esta tierra. No te dejaré ni un momento, hasta que haya hecho lo que te he dicho» (Gé 28:15).
Éxodo 14:14
Quédense tranquilos, que el Señor peleará por ustedes (Éx 14:14).
Deuteronomio 1:30
El Señor su Dios va delante de ustedes, y él peleará por ustedes, como antes vieron que lo hizo por ustedes en Egipto (Dt 1:30).
Deuteronomio 3:22
No les tengan miedo, porque el Señor su Dios es quien pelea por ustedes (Dt 3:22).
Deuteronomio 33:29
¡Bienaventurado tú, Israel! ¿Quién como tú, pueblo que el Señor ha rescatado? El Señor es tu escudo y tu socorro; ¡es la espada de tu triunfo! Tus enemigos serán humillados; ¡tú aplastarás sus lugares altos! (Dt 33:29).
Salmos 3:3
Pero tú, Señor, me rodeas como un escudo; eres mi orgullo, el que sostiene mi vida (Sal 3:3).
Salmos 7:10
Dios es mi escudo; él salva a los rectos de corazón (Sal 7:10).
Salmos 16:1
Cuídame, oh Dios, porque en ti confío (Sal 16:1).
Salmos 17:8
¡Cuídame como a la niña de tus ojos! ¡Escóndeme bajo la sombra de tus alas! (Sal 17:8).
Salmos 18:2
Mi Señor y Dios, tú eres mi roca, mi defensor, ¡mi libertador! Tú eres mi fuerza y mi escudo, mi poderosa salvación, mi alto refugio. ¡En ti confío! (Sal 18:2).
Salmos 27:1
El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién podría yo temer? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿quién podría infundirme miedo? (Sal 27:1).
Salmos 31:3
Ciertamente, tú eres mi roca y mi castillo; guíame; encamíname por causa de tu nombre (Sal 31:3).
Salmos 32:7
¡Tú eres mi refugio! ¡Tú me libras de la angustia! ¡Tú me rodeas con cánticos de libertad! (Sal 32:7).
Salmos 46:1
Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en todos los problemas (Sal 46:1).
Salmos 46:11
¡Con nosotros está el Señor de los ejércitos! ¡Nuestro refugio es el Dios de Jacob! (Sal 46:11).
Salmos 61:3
Porque tú eres mi refugio, ¡eres fuerte torre que me protege del enemigo! (Sal 61:3).
Salmos 62:6
Sólo Dios es mi salvación y mi roca; porque él es mi refugio, no resbalaré (Sal 62:6).
Salmos 71:3
¡Sé para mí una roca de refugio, en donde siempre pueda resguardarme! Sólo tú puedes decretar mi salvación, porque tú eres mi roca y mi fortaleza (Sal 71:3).
Salmos 91:4
El Señor te cubrirá con sus plumas, y vivirás seguro debajo de sus alas.¡Su verdad es un escudo protector! (Sal 91:4).
Salmos 91:7
A tu izquierda caerán mil, y a tu derecha caerán diez mil, pero a ti no te alcanzará la mortandad (Sal 91:7).
Salmos 94:22
Pero tú, Señor, eres mi refugio; eres mi Dios y la roca en que confío (Sal 94:22).
Salmos 119:114
Tú eres mi escondite; eres mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza (Sal 119:114).
Salmos 121:3
El Señor no dejará que resbales; el que te cuida jamás duerme (Sal 121:3).
Salmos 121:5
El Señor es tu protector;el Señor es como tu sombra: ¡siempre está a tu mano derecha! (Sal 121:5).
Salmos 121:7
El Señor te librará de todo mal; el Señor protegerá tu vida (Sal 121:7).
Proverbios 18:10
El nombre del Señor es una fortaleza a la que el justo acude en busca de ayuda (Pr 18:10).
Proverbios 30:5
Las palabras de Dios son todas puras; Dios es el escudo de quienes en él confían (Pr 30:5).
Romanos 8:38-39
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor (Ro 8:38-39).
2 Tesalonicenses 3:3
Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y guardará del mal (2 Tes 3:3).
2 Timoteo 4:18
Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén (2 Tim 4:18).