Génesis 28:15
Date cuenta de que yo estoy contigo. Yo te protegeré por dondequiera que vayas, y volveré a traerte a esta tierra. No te dejaré ni un momento, hasta que haya hecho lo que te he dicho.
Éxodo 15:2
El Señor es mi fortaleza y mi cántico; ¡el Señor es mi salvación! Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, y lo enalteceré.
Deuteronomio 20:1
Cuando salgas a combatir a tus enemigos, no tengas temor de ellos, aun cuando veas que tienen caballos y carros de guerra, y que su ejército es más grande que el tuyo, porque contigo está el Señor tu Dios, el cual te sacó de la tierra de Egipto.
Deuteronomio 31:8
El Señor va delante de ti. Él estará contigo, y no te dejará ni te desamparará. No temas ni te intimides.
Josué 1:9
Escucha lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas
2 Samuel 22:3
Dios mío, tú eres mi fuerza; ¡en ti confío! Eres mi escudo, mi poderosa salvación, ¡mi alto refugio! Salvador mío, tú me salvas de la violencia.
Salmos 3:5
Yo me acuesto, y duermo y despierto, porque tú, Señor, me sostienes.
Salmos 4:8
Por eso me acuesto y duermo en paz, porque sólo tú, Señor, me haces vivir confiado.
Salmos 5:11
Pero que se alegren todos los que en ti confían; que griten siempre de júbilo, porque tú los defiendes; que vivan felices los que aman tu nombre.
Salmos 9:10
En ti confían los que conocen tu nombre, porque tú, Señor, proteges a los que te buscan.
Salmos 13:5
Yo confío en tu misericordia; mi corazón se alegra en tu salvación.
Salmos 16:1
Cuídame, oh Dios, porque en ti confío.
Salmos 18:2
Mi Señor y Dios, tú eres mi roca, mi defensor, ¡mi libertador! Tú eres mi fuerza y mi escudo, mi poderosa salvación, mi alto refugio. ¡En ti confío!
Salmos 20:7
Algunos confían en sus carros de guerra; otros confían en su caballería, Pero nosotros confiamos en el Nombre, ¡confiamos en el Señor, nuestro Dios!
Salmos 22:5
A ti clamaron, y fueron librados; en ti confiaron, y no quedaron en vergüenza.
Salmos 22:9
Pero eres tú quien me dio la vida, eres tú quien me infundió confianza desde que era un niño de pecho.
Salmos 23:4
Aunque deba yo pasar por el valle más sombrío, no temo sufrir daño alguno, porque tú estás conmigo; con tu vara de pastor me infundes nuevo aliento.
Salmos 27:1
El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién podría yo temer? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿quién podría infundirme miedo?
Salmos 27:3
Aunque un ejército acampe contra mí, mi corazón no se amedrentará; aunque me ataquen y me declaren la guerra, en esto fincaré mi confianza:
Salmo 34:8
¡Prueben ustedes mismos la bondad del Señor! ¡Dichoso aquél que en él confía!
Salmos 46:1-3
Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en todos los problemas. Por eso no tenemos ningún temor. Aunque la tierra se estremezca, y los montes se hundan en el fondo del mar; aunque sus aguas bramen y se agiten, y los montes tiemblen ante su furia.
Salmos 46:11
¡Con nosotros está el Señor de los ejércitos! ¡Nuestro refugio es el Dios de Jacob!
Salmos 56:4
Confío en ti, mi Dios, y alabo tu palabra; confío en ti, mi Dios, y no tengo miedo; ¿Qué puede hacerme un simple mortal?
Salmos 56:9
El día que yo te pida ayuda mis enemigos serán puestos en fuga, pues yo sé que tú, mi Dios, estás de mi parte.
Salmos 56:11
Confío en ti, mi Dios, y no tengo miedo; ¿qué me puede hacer un simple mortal?
Proverbios 3:5
Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.
Isaías 12:2
¡Vean a Dios, mi salvador! Puedo estar confiado y sin temor alguno, porque el Señor es mi fortaleza y mi canción; ¡él es mi salvador!
Isaías 26:3
Tú guardas en completa paz a quien siempre piensa en ti y pone en ti su confianza.
Isaías 26:4
Confíen siempre en el Señor, porque él es la Roca eterna.
Isaías 41:10
No tengas miedo, que yo estoy contigo; no te desanimes, que yo soy tu Dios. Yo soy quien te da fuerzas, y siempre te ayudaré; siempre te sostendré con mi justiciera mano derecha.
Isaías 41:13
Yo soy el Señor, tu Dios, que te sostiene por la mano derecha y te dice: «No tengas miedo, que yo te ayudo.
Jeremías 17:7
Pero bendito el hombre que confía en mí, que soy el Señor, y que en mí pone su confianza.
Nahúm 1:7
El Señor es bueno; es un refugio en el día de la angustia. El Señor conoce a los que en él confían,
Romanos 8:31
¿Qué más podemos decir? Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar en contra de nosotros.
Filipenses 4:13
¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!